Para hacer frente a los miedos de disolución social y moral que imponían los nuevos tiempos en 1936 el cine mexicano tenía ya un antídoto: en ese año se filmaron tres melodramas reivindicadores: El calvario de una esposa, Honrarás a tus padres y Mater Nostra. Aunque ya estaban ahí claros los personajes y conceptos del melodrama familiar ( la madre con una capacidad de amar y de sacrificarse y una abnegación sobrehumana; el padre autoritario, a veces injusto pero al final arrepentido; hijos inconscientes, rebeldes, que aprenden la lección dolorosamente), este rescate del México viejo, estable, piramidal, no pareció conmover ni al cine ni a su público. Hacía falta un espectador de clase media dispuesto a involucrarse y que la sociedad sufriera sacudidas en verdad trascendentes.
Para 1941, México era otro país. En medio de enormes tensiones, se había realizado la expropiación del petróleo y la reforma agraria, que produjeron rebeliones a balazos y una consecuente migración a las ciudades; además, la guerra mundial tocaba nuestras fronteras.
La familia estaba llamada a ser el núcleo heroico que recurriría a todas sus armas.La producciones sigieron enfocandose en un mismo contexto tragico familiar y surgio un rechazo del publico lo que causo el impulso de una contracorriente en donde las peliculas como: "Nosotros los pobres y Ustedes los ricos " son la crónica sangrienta de cómo Pepe el Toro sortea las pruebas que el destino pone a su familia; Una familia de tantas es la crítica específica a la familia patriarcal cinematográfica, atacada por la modernidad.
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